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jueves, 27 de marzo de 2008

Taller de Video por Adriana Gutiérrez

En el taller de fotoperiodismo los estudiantes cobran noción del aprovechamiento de los recursos multimedia en el momento mismo en que pueden hacer un uso productivo y entretenido del material creado. Basta una cámara digital y la esencia del hecho noticioso conjugada con una dosis de realismo mágico para dar cabida a la praxis.

Durante la fase del proyecto que corresponde la instrucción de las técnicas básica de video, en mi carácter personal y como maestra con una formación en comunicación pública, casi siempre procuro incentivar al estudiante a crear breves reportajes, o bien, documentales de asuntos de algún acontecimiento de interés y relevancia en la Isla. El aprovechamiento que pueden tener los estudiantes del conocimiento aprendido durante la lección se maximiza al promover temáticas de hechos noticiosos. Las mismas, requerirán de un grado de creatividad y esfuerzo grupal con el propósito de difundir a otras personas: la perspectiva, la comprensión y lectura que tienen los mismos estudiantes de la información a la que ellos están expuestos todos los días a través de los medios noticiosos.

En el caso particular de la simulación y producción de un programa de noticias los estudiantes tienen la oportunidad de apreciar las fases de: pre-producción, producción y postproducción. En mi clase, cada uno de los estudiantes, deviene responsable de un segmento que forma parte de un todo.

Son los estudiantes mismos quienes se encargan de diagramar sus propias historias y narraciones en una especie de “storyboard”. La clase se divide entonces en grupos de cuatro personas a las que se les asigna un tema o segmento del cual serán responsables, tal y como sucede en las salas de producción de noticias de los telediarios. Mientras que a unos le corresponde jugar e interpretar a los personajes ancla detrás de un escritorio, otros juegan los roles de camarógrafos, técnicos, reporteros y entrevistados.

Una vez finalizada la producción del material, los estudiantes visualizan el material en crudo, donde se exponen a la autocrítica y a las recomendaciones que pudieran ser realizados por parte de la coordinadora o instructora del grupo. Al desarrollar este tipo de proyecto, me atrevería a aseverar que los estudiantes atrapan la esencia de los hechos reales y con una mezcla de realismo mágico desarrollan titulares tales como: Una marejada impide a un grupo de turistas llegar a su destino en Culebra, Secretario de Educación trastornado al recibir noticias sobre el robo de expedientes en escuelas públicas, entre otras tantas elucubraciones que a veces arrancan las carcajadas de los talleristas y maestros acompañantes.

En el momento mismo de la práctica el estudiante no sólo aplica ya un lenguaje totalmente audiovisual sino que también comienza a descubrir el por qué del uso de las técnicas de redacción y de composición de imagen que van aprendiendo en el taller a lo largo del semestre en lecciones previas. El formato de la clase puede variar y ser flexible, en el sentido que este tipo de práctica puede aplicarse a temáticas de reciente suceso o algún evento ocurrido en el pasado-a los estudiantes les fascina evocar el paso de un huracán en la isla, o simular entrevistas con los famosos- lo más importante y a lo que se intenta dar énfasis es al entendimiento que ellos tengan sobre el hecho noticioso.

Otra de las ventajas que ofrece el simulacro de un programa de noticias, es la aproximación al contenido a partir de qué, quién, cómo, cuando y dónde preguntas claves que servirán de apoyo para que los estudiantes estructuren su propio segmento que más tarde durante el proceso de edición cobrara forma y será parte de un todo más complejo.

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