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lunes, 28 de enero de 2008

II. Conceptos básicos de la fotografía digital

¿Por qué concentrarnos en la fotografía digital y no en la fotografía convencional, si ambas cumplen con el mismo objetivo de reproducir imágenes? Con el avance apresurado de los tiempos, y teniendo en consideración la fecha de aparición de la primera cámara digital (1990), es un hecho real que la tecnología de la fotografía digital ha igualado e incluso superado en muchos aspectos las posibilidades de la fotografía tradicional, además de resultar de una conveniencia costo/eficiente. Con la cámara digital podemos realizar una cantidad infinita de fotografías sin necesidad de incurrir en los gastos adicionales de película y laboratorio que la fotografía convencional requiere.

Así mismo, considerando las limitaciones de tiempo que muchas veces existen en una sala de redacción, el empleo de la fotografía digital acelera, a pasos agigantados, el proceso de producción periodística. La tecnología digital nos permite tener acceso a las imágenes desde una computadora, e incrementa las posibilidades de uso de una imagen sin tener la engorrosa labor de pasar por un proceso químico, al mismo tiempo que elude la necesidad añadida de transformar su formato análogo a uno digital en el momento de utilizar la imagen como parte del texto o una publicación destinada a su difusión impresa o a través de las nuevas tecnologías de información como la Internet.

En lo que a controles se refiere, operar una cámara digital compacta sencilla no acarrea dificultad alguna, basta con saber encender la cámara, y saber identificar cada una de la partes de mayor relevancia, tales como: la pantalla LCD o visor óptico, el lente, la opción de “zoom”, el botón de encendido, y el botón disparador (obturador), con un poco más de práctica y uso, y a medida que pase el tiempo la persona se irá familiarizando con otros controles que permitirán modificar el menú de opciones, aumentando las posibilidades de elección del usuario.

De primera intención, y una vez con cámara en mano, se recomienda el empleo de ambas manos para sujetar la cámara, enseguida se proseguirá a encuadrar el centro de atención u objeto de nuestro interés en la pantalla o el visor óptico. Ya listos y seguros de tener en nuestro campo visual la imagen que se desea fotografiar, como regla general, se utiliza el dedo índice de la mano derecha para oprimir el obturador. De esta forma cuando queremos disparar sólo hay que hacer un leve movimiento de presión hacia abajo.

Se debe siempre recordar que cada imagen contiene un tema. Antes de oprimir el disparador debemos preguntarnos en torno a qué gira nuestro centro de atención, logrando así la efectividad de lo que queremos comunicar. De igual modo, hay que esperar por el momento justo y oportuno para capturar una imagen, y para ello debemos observar con cautela, analizar el momento y determinar cuándo es el mejor momento para disparar.

En relación a otros particulares que debemos tener en consideración, es importante, conocer las distintas opciones de resolución y nitidez que nuestra cámara digital permite. Una de las principales diferencias entre la fotografía digital y la convencional es que la imagen queda registrada en pequeños “bits” de información llamados “pixels”, éstos se activan con la luz a partir de unos pequeños sensores electrónicos. La cantidad y tamaño de estos “pixels” determinará la resolución y nitidez de nuestra imagen. En cierta medida, los “pixels” vienen a sustituir la función que cumplen en la celulosa de un rollo las partículas de nitrato de plata donde anteriormente en la (fotografía convencional) quedaba plasmada la imagen al primer contacto de la luz.

En la actualidad, la gran mayoría de las cámaras digitales básicas compactas permiten una resolución máxima de 6.0 megapixeles (mp), este tamaño nos permite obtener fotografías de gran calidad para su impresión, además de permitir la manipulación y variación del tamaño de la imagen en programas de edición, tales como: Microsoft Office Picture Manager, I-photo y Photoshop, por sólo nombrar algunos programas de fácil acceso y uso frecuente. Además, una tarjeta de memoria de 256 megabytes (mb) da y sobra para obtener un centenar de imágenes durante una cobertura noticiosa.

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